Leí Carcoma con cierto recelo. Lo único que sabía era que era una novela gótica contemporánea, y pensando en eso, imaginé que la casa sería un personaje más dentro de la historia. Me adentré en una novela corta, pero lo que encontré fue mucho más: una historia que, aunque se sitúa en un pueblo español, podría haber ocurrido en cualquier rincón de Latinoamérica. Eso me sorprendió y me llenó de satisfacción. Así que aquí te comparto mi opinión de Carcoma de Layla Martínez.
¿De qué trata Carcoma?
La historia se desarrolla en una zona rural de España, donde varias generaciones de mujeres han habitado una misma casa. Pero esta no es una casa cualquiera: se perciben sombras, murmullos… cada rincón parece estar vivo. A medida que nos adentramos en su interior, crece la certeza de que está habitada por almas en pena, santos, mujeres atravesadas por la desigualdad, la pobreza y la discriminación.
La novela es protagonizada por dos mujeres: una abuela y su nieta. La abuela pasa sus días hablando con santos y fantasmas, mientras que la nieta percibe también la energía del lugar, aunque intenta sobrevivir a ella. Tras un incidente en su trabajo, la nieta se ve obligada a pasar más tiempo en esta casa, que para ella resulta hostil.
Hace poco encontré este proverbio al buscar el significado de «carcoma»:
«El corazón apacible es vida de la carne; mas la envidia es carcoma de los huesos.» – Proverbios 14:30
Y me pareció que encaja perfectamente con el tono del libro. La nieta es la cuarta generación en vivir en esta casa, pero desde el principio se nos deja claro que no lo han tenido fácil. Una desigualdad social constante ha hecho que la carcoma –ese desgaste lento, casi invisible– consuma tanto a la familia como a la casa.
“Carcomer es roer, consumir, corroer, apolillar. La carcoma pudre lentamente lo que toca. Tú no te das cuenta. Cuando abres los ojos, todo está descompuesto.”
Opinión de Carcoma de Layla Martínez
La novela genera incomodidad constante. Tiene una gran carga psicológica, porque sus protagonistas son viscerales, y la casa da miedo. Hay muchos habitantes entre las sombras, pero hay un punto de inflexión: el armario, que se convierte en un epicentro de actividad paranormal que se expande por toda la casa. A lo largo de los diez capítulos, breves en apariencia, me vi obligada a tomar pausas. Es una lectura densa, exigente… pero fascinante.
La escritura de Layla Martínez me pareció muy cercana a algunas autoras latinoamericanas. Por momentos pensé que estaba leyendo una novela escrita desde el corazón de América Latina. España y Latinoamérica tienen más en común de lo que a veces creemos, y eso hace que Carcoma nos resulte familiar en sus costumbres, sus dolores y sus demonios.
¿Lo recomiendo?
Sin duda en mi opinión de Carcoma de Layla Martínez es una novela de terror social: hay horror, pero también crítica. El odio entre clases sociales se siente en cada página, y quienes han vivido o presenciado situaciones de marginación o violencia estructural, encontrarán aquí ecos incómodos. La recomiendo a todo el mundo. Estoy segura de que muchas personas se sentirán identificadas con su ambiente, su historia y su fondo.
Eso sí, prepárate: una vez que abras la puerta de esa casa y mires dentro del armario, la carcoma comenzará a hacer su trabajo… aunque cierres el libro.
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