Desde pequeña fui fan de las películas de El Padrino, dirigidas por Francis Ford Coppola y basadas en la novela de Mario Puzo. Sin embargo, cuando descubrí los libros, sentí cierto temor de emprender ese viaje literario. Gracias al club Los Eclécticos, nos animamos a leer El Padrino de Mario Puzo, y debo decir que ha sido una de las sorpresas literarias más gratas de este año.
Mario Puzo publicó la historia en 1969, narrando la vida de la familia Corleone. Su patriarca, Vito Corleone, llegó a Nueva York desde Italia cuando era muy joven, huyendo de una vendetta que cobró la vida de su padre. Con astucia e inteligencia, forjó un imperio en el crimen organizado y se convirtió en una de las figuras más influyentes de los bajos fondos.
A lo largo de la novela, Don Vito se enfrenta a una guerra entre familias mafiosas. Mario Puzo fue pionero al plasmar en un libro la historia de las mafias italianas en Estados Unidos, presentando un relato donde el honor, la amistad y la familia chocan con la ilegalidad. También muestra la falta de protección de las familias migrantes y cómo muchos debieron abrirse camino de manera poco convencional para sobrevivir.
Opinión de El Padrino de Mario Puzo
Uno de los aspectos que más destaco es la narración. Aunque Mario Puzo aseguró que no tenía conexión con estas familias italianas, la novela resulta tan auténtica que logra sumergirnos por completo en sus costumbres, métodos y hasta en su lenguaje.
Los personajes se destacan por su profundidad y construcción. Puzo los presenta de manera interesante, despertando curiosidad en cada uno. Mi favorito, sin duda, es Don Vito, pero también disfruté conocer a sus hijos, ya un famoso cantante que alcanzó el éxito gracias a él.
Otro punto que me atrapó es la forma en que el autor introduce los giros de la trama. Primero adelanta un evento impactante y luego muestra su desarrollo, lo que mantiene el interés del lector y lo motiva a seguir leyendo.
La novela me hizo sentir muchas emociones: en algunos momentos me conmovió, mientras que en otros me quedó en vilo, deseando descubrir los planos que se tejían tras bambalinas.
Al estar ambientada en los años 60, también me resultó interesante la representación de las mujeres en la historia, especialmente la esposa de Don Vito. Aunque parece no tener un papel relevante, si leemos entre líneas, su figura resulta clave dentro de la familia.
En definitiva, El Padrino es una novela imprescindible. Creo que todos deberían leerla al menos una vez en la vida. Sin duda, se ha convertido en una de mis favoritas dentro del género.