Esta es la primera novela que leo de la autora y quedé maravillada con una historia llena de amor, naturaleza y tragedia. Aquí te comparto mi opinión de Devoción de Hannah Kent.
¿De qué trata Devoción?
La historia está protagonizada por Hanne, una joven de 15 años con una gran sensibilidad y conexión con la naturaleza. Ella creció en una comunidad luterana en Prusia, en 1836, donde su religión fue prohibida. Ante la censura y persecución, sus habitantes deciden emprender un viaje a Australia en busca de libertad. Sin embargo, este viaje será inhumano: deberán enfrentar hambre, enfermedad y desesperanza durante seis meses en medio del océano.
Antes de zarpar, Hanne conoce a Thea, la única persona que la mira con ojos distintos, que reconoce su don. Entre ellas nace un vínculo profundo, una conexión que irá creciendo hasta convertirse en una historia de amor.
«Siempre fui hija de la naturaleza. Probablemente es mejor decirlo ya. Buscaba la soledad. La felicidad era jugar en el rumor de la hierba de los prados sin cultivar del linde de nuestra aldea.«
Mi opinión de Devoción de Hannah Kent
Lo primero que me maravilló fue la forma tan increíble en la que escribe Hannah Kent. Tiene una prosa casi poética, pero nunca pretenciosa. Desde las primeras páginas me sentí transportada al entorno de Hanne, como si yo también formara parte de esa comunidad. La autora logra que nos sintamos parte de su mundo, de su rutina, de su forma de mirar la vida.
La naturaleza tiene un protagonismo inmenso en esta historia. Sentí que el vínculo de Hanne con su entorno era casi divino, como si comulgara con un dios distinto al de su comunidad, pero igual o incluso más poderoso. En ningún momento sentí que la autora quisiera criticar abiertamente a la sociedad luterana de la época; simplemente nos presenta los hechos y deja que el juicio quede en manos del lector.
«–Las mujeres que no se casan no pueden tener hijos por su cuenta –dijo con voz queda–. Tienen que vivir con familiares, los cuales deben mantenerlas. Eso si tienen familia. Mira Rosina, por ejemplo. Sus padres murieron. Pero cuando se case con el patriarca Christian tendrá la seguridad de un futuro. De estar a salvo. De tener una familia y un techo sobre sus cabezas.»
La familia de Hanne también despertó mi curiosidad. Al tratarse de una familia religiosa de una época tan lejana, es fácil encontrar costumbres y creencias que hoy podrían ser cuestionables. Pero al entender sus contextos y motivaciones, logré empatizar con ellos.
Hanne y la naturaleza están presentes a lo largo de toda la novela. Las descripciones de lo que ella siente me parecieron profundamente poéticas. Y a medida que su relación con Thea crece, mi corazón se llenaba de alegría. Pero, como suele suceder en los libros de Hannah Kent, les recomiendo guardar un pedazo de su corazón… porque la tragedia se avecina. No les revelaré nada más, pero hay un punto de quiebre en el libro que me sorprendió, un giro que transformará por completo a la protagonista y que alejó cada vez más mi esperanza de un final feliz.
«Desearía haberme acercado más a Thea. Desearía haberle pedido que me besara. Con ardor, de modo que el mundo entero se hubiera hecho revolución.»
La transformación de Hanne es simplemente impresionante. Su forma de amar es tan poderosa, tan pura, que sus anhelos llegan a doler. Y ese dolor, tan bien narrado, es lo que vuelve esta historia tan inolvidable.
Recomiendo muchísimo esta novela porque me brindó una forma distinta de ver el mundo, de pensar en cómo sería vivir el presente a través de los ojos de alguien como Hanne.
Si te gusto Devoción quizás te guste la chica salvaje.