Alas de Sangre de Rebecca Yarros nos sumerge en la historia con Violet Sorrengail, una joven de 20 años que sueña con formar parte del cuadrante de los escribas. Sin embargo, su madre, la comandante general, la obliga a seguir la tradición familiar y presentarse como candidata para convertirse en jinete de dragón en el Colegio de Guerra de su nación.
En este mundo, los jinetes tienen la habilidad de conectarse con los dragones y obtener poderes mágicos, además de la responsabilidad de defender a su pueblo de una amenaza extranjera. Pero para Violet, ser candidata significa enfrentarse a peligros letales, especialmente porque su condición física la hace vulnerable. Esta situación la obliga a usar su ingenio para sobrevivir.
Por otro lado, está Xaden Riorson, el líder del ala más poderoso del cuadrante. Aunque ya tiene un dragón a su cargo, su historia está marcada por la obligación: es hijo de un traidor y se encuentra en el Colegio por imposición. Para Violet, Xaden representa una amenaza constante, ya que es el hijo de los rebeldes ejecutados por orden de su madre.
La premisa de Alas de sangre de Rebecca Yarros es sin duda llamativa: una novela de fantasía con dragones y un enemies to lovers que resalta de inmediato. Cuando empecé a leerla, lo hice sin expectativas. Las críticas negativas me hicieron ser cautelosa, pero el constante hype también me llevó a pensar que generar demasiadas ilusiones podía ser contraproducente.
Para mi sorpresa, me encontré con una historia muy entretenida, que leí con gran velocidad. No es una novela perfecta, encontré aspectos que no me gustaron, pero cumple con su propósito: entretener. Si la hubiera leído cuando estaba iniciando en el género, probablemente la habría disfrutado mucho más. Es una lectura ideal para quienes quieren adentrarse en la fantasía, ya que su narrativa te envuelve con facilidad.
Pasemos a los puntos clave:
Los personajes de Alas de Sangre:
Violet fue un choque para mí y eso hizo que dejara de disfrutar la historia en ciertos momentos. Es frágil y nos lo recuerda constantemente a lo largo del libro, aunque esa fragilidad se va desdibujando conforme avanza la historia. Su verdadero valor radica en su inteligencia y estrategia, pero perdí un poco el interés cuando comenzó a tener pensamientos calientes en situaciones donde no parecían apropiados.
Xaden, por otro lado, es el tipo de personaje que cualquier adolescente o mujer joven encontraría atractivo. Sus intenciones no son del todo claras, pero la atracción con Violet es constante. Como su interés romántico, nos regala escenas muy interesantes. Mi problema con su arco y, en general, con el mayor conflicto del libro, es su trasfondo: es hijo de traidores y que el propio rey lo acepte como candidato a jinete de dragón es un riesgo absurdo y poco creíble.
Los dragones:
Son mis favoritos dentro de la historia. Tienen mucha personalidad y, sinceramente, representan la parte de la fantasía que más disfruté. Todo lo relacionado con su conexión con los jinetes me hizo seguir leyendo con entusiasmo.
Los demás personajes:
Están allí para generar tensión y darle dinamismo a la historia. No siento que sobren, aunque hubo algunos que me desesperaron un poco.
Opinión de Alas de Sangre
La novela no es perfecta. Tiene incoherencias dentro de la trama y muchas situaciones parecen estar diseñadas para que la protagonista siempre salga victoriosa. Ese mensaje de «aunque seas débil, eres la elegida» me resultó algo trillado. Aun así, la recomiendo para quienes buscan una historia de fantasía ligera, con romance, malos entendidos y, por supuesto, dragones.
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