«No es amor» de Ali Hazelwood es la segunda novela que leo de la autora; la primera fue «Jaque mate al amor», que en sí es una novela romántica juvenil. Cuál fue mi sorpresa al ver que «No es amor» es en realidad una novela erótica y no tanto una comedia romántica.
«No es amor» es protagonizada por Rue Siebert, una ingeniera biotecnóloga que trabaja en Kline, una empresa que busca abrirse camino en la ciencia de los alimentos. Sin embargo, algo ocurre dentro de la compañía: debido a la deuda que tiene, otra empresa la compra, aparentemente con la intención de apropiarse de sus patentes e, incluso, robar el trabajo de Rue.
Por otro lado, tenemos a Eli Killogore, socio de la empresa que quiere apoderarse de Kline. Él tiene sus motivos para hacerlo, y a lo largo del libro descubriremos cuáles son sus verdaderas intenciones. ¿Cuál es el problema? Que Eli ya había conocido a Rue antes, en una página de citas, buscando sexo casual.
Al encontrarse dentro de Kline y al estar en bandos opuestos, comenzará una atracción que quizás no puedan frenar.
¿Qué me pareció «No es amor» de Ali Hazelwood?
«No es amor» de Ali Hazelwood está contada desde dos perspectivas, pero al principio me chocó un poco la forma en que está narrada: la parte de Rue está en primera persona, mientras que la de Eli está en tercera persona. No estoy acostumbrada a estos cambios de narrativa, así que fue un ejercicio interesante.
Los protagonistas tienen una psicología muy interesante. Desde el principio veremos las inseguridades de ambos, pero la que más me llamó la atención fue la de Rue. Ella es una persona que, en apariencia, parece antipática, pero es una fachada que creó para no mostrar sus problemas para socializar. Mientras que Eli es una persona más abierta y más dada a mostrar cariño.
Como mencioné anteriormente, la novela es erótica, así que veremos cómo estos dos personajes, al principio, tienen una relación más física que emocional. Siento que cuando esto pasa en la vida real, no suele tener un buen final; cuando dos personas con tantos problemas psicológicos como ellos se unen, muchas veces las cosas terminan mal.
Todo el asunto de Kline y su problema con la compañía que la quiere comprar me gustó mucho. Hay una situación que me hizo cuestionar a un personaje secundario, y siempre he pensado que el fin no justifica los medios.
También me gustó que el libro trate el tema del trauma relacionado con la comida. Muchas veces pensamos en desórdenes alimenticios como bulimia y anorexia, pero existen otras situaciones relacionadas con la comida que pueden generar problemas a largo plazo y afectar la formación de las personas, como crecer sin un suministro constante de alimento y la incertidumbre de no saber si se comerá o no al día siguiente.
A este libro le doy 4 estrellas. Fue una historia interesante; me gustó el spicy, pero disfruté más la evolución de los personajes y las revelaciones al final del libro. Muy recomendado.
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